Madrid (EFE).- Como cada año por estas fechas, el horario de invierno entrará en vigor en la madrugada de este sábado al domingo: a las 3:00 horas peninsulares serán de nuevo las 2:00, al retrasarse una hora los relojes, como parte de una tradicional medida para ahorrar energía y aprovechar mejor la luz natural.
La jornada del domingo será por tanto una hora más larga de lo normal, lo que permitirá dormir algo más de lo habitual.
La práctica del cambio horario se repite desde hace décadas dos veces al año: una en marzo y otra en octubre; el objetivo es ajustar el reloj de acuerdo a las horas de luz del día, dependiendo de las estaciones para mejorar la eficiencia energética.
Medida con muchos detractores
Dependiendo del horario de verano o invierno se adelanta o se retrasa el reloj cada semestre; la medida sin embargo, cuenta con muchos detractores porque consideran escaso o imperceptible el supuesto ahorro energético que se persigue con ello.
Además la medida afecta a la salud, al ritmo circadiano o reloj biológico de las personas, que puede verse alterado incluso durante días por el cambio horario.
En esta ocasión la medida coincide con tiempo inestable el fin de semana por el paso de una serie de frentes que dejarán abundante nubosidad y precipitaciones, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Lloverá especialmente en la mitad noroeste de la península, y además las temperaturas bajarán de forma acusada, lo que contrasta con el caluroso y anómalo arranque del mes de octubre en el que se batieron varios récords de calor durante muchos días consecutivos.