En declaraciones hechas ante un grupo de ciudadanos y enviadas a los medios de comunicación, Isaías Ramos, presidente del Frente Cívico y Social (FCS), pidió a los dominicanos que apoyan el cambio en la nación. Expuso un panorama crudo de corrupción y deterioro moral en el liderazgo actual, instando a los ciudadanos a tomar una posición y luchar por un futuro más brillante para la República Dominicana.
Isaías criticó las leyes 47-20 de alianzas público-privadas, la ley 28-23 de fideicomisos públicos y la ley 32-23 de facturación electrónica. Según él, estas se han utilizado para profundizar el saqueo de los recursos de la nación y mantener un control económico y social en manos de unos pocos.
El presidente del FCS describió a la actual clase política como «ciega ante el infortunio de la población» y acusó a sus miembros de desconectarse de la realidad del sufrimiento de la población dominicana. Según Isaías, estos políticos han desmantelado el país, permitiendo el saqueo de los recursos económicos y naturales por parte de sus allegados y cómplices.
Isaias Ramos advirtió que la partidocracia actual buscará maniobras para que la Cámara de Cuentas continúe operando como una «Cámara de cuentos», permitiendo y encubriendo el robo y saqueo al que ha sido sometido el pueblo dominicano especialmente durante los últimos 27 años.
No obstante, Isaías expresó un rayo de esperanza. Hizo un llamado a los dominicanos a respaldar un proyecto político diferente, que prioriza los intereses de la gente, no está comprometido con organismos internacionales ni con grupos económicos amorales.
«Es el momento de saldar la deuda social acumulada por estos seres desprovistos de alma y corazón», afirmó Isaias Ramos, instando a los ciudadanos a trabajar juntos para construir un país basado en los principios y valores con los que la República Dominicana fue fundada.
El presidente del FCS concluyó con un llamado a la acción: «No podemos permitir que la desesperanza nos supere. La fe en un mañana mejor es la luz que puede guiar nuestro camino en la oscuridad. El futuro de la República Dominicana está aún en nuestras manos».
