El arzobispo emérito, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, declaró que, las autoridades dominicanas están en el deber de enfrentar con decisión las migraciones haitianas ilegales.
“De lo contrario, les vamos a dejar un gran dolor de cabeza a las futuras generaciones, si no se enfrenta con valentía, decisión y sobre todo apegados a las leyes, el problema de la migración ilegal haitiana”, subrayó monseñor de la Rosa y Carpio.
Indicó que los organismos correspondientes tienen que aplicar las leyes, aunque respetando los derechos ciudadanos y humanos.
“Pero también hago un llamado a los grupos y organizaciones de dominicanos que se benefician con esa situación, para que aporten algo en pos de resolver ese gran problema”, precisó de la Rosa y Carpio.
Indicó que, en las migraciones, no importa la nacionalidad, la República Dominicana está compelida a aplicar las leyes sobre la materia y cumplir con las normas y tratados internacionales.
Por otro lado, el arzobispo emérito local lamentó el suceso donde los esposos Julio Reyes Pérez, de 66 años y Nereidas Urbaez, de 55, fueron ultimados recientemente en una finca en la fronteriza provincia de Pedernales, un ciudadano haitiano que laboraba en una finca propiedad de los fallecidos.
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Por: Narciso Pérez