Los cubanos asisten con frustración al final de las visas de cinco años para viajar Estados Unidos.
Como anunció la semana pasada la embajada estadounidense en La Habana, desde este lunes, las visas de no inmigrante B2 pasan de tener cinco años de validez a solo tres meses, con una única entrada permitida en Estados Unidos durante ese periodo.
«Es muy injusto», nos dice una mujer en el aeropuerto de La Habana.
La decisión no afecta a las visas B2 de cinco años concedidas anteriormente, que seguirán siendo válidas hasta su fecha de vencimiento.
Washington dice que se trata de una medida de «reciprocidad», dado que Cuba solo otorga a los estadounidenses visados de dos meses. Por su parte, La Habana califica la decisión como un «obstáculo adicional» al derecho de los cubanos de visitar a sus familiares en Estados Unidos, donde viven más de un millón de personas nacidas en la isla.
El B2 da entrada a otros países como México, Panamá o Costa Rica
Los cubanos utilizan además estos visados para entrar en otros países, como México, Panamá o Costa Rica, que les dan acceso si tenían estampado el B2 en su pasaporte.
La decisión se enmarca en la renovada hostilidad hacia el Gobierno cubano por parte de Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Un periodo en el que Washington ha aplicado nuevas sanciones sobre La Habana, restringido los viajes de estadounidenses a la isla y dejado bajo mínimos su embajada en el país.
