Dijo que dichas acusaciones son injustas e inaceptables y que naciones u organismos internacionales, basado en caprichos y pruebas no comprobadas quieren «pasarse de contentos» y trazar las políticas migratorias contrarias a la voluntad del Gobierno y los intereses del país.
«Debe llamarnos a preocupación de los nobles dominicanos, las presiones y el descrédito constante que ejercen las agencias de las Naciones Unidas, que quieren obligarnos a recibir a los nacionales haitianos antes la situación de caos y confrontaciones de violencia y muerte que prevalece en Haití», añadió Lacen Custodio.
El presidente de CODUE, es partidario de que el gobierno dominicano continúe el proceso según la ley migratoria dentro del marco del respeto a la Constitución, las leyes, la dignidad humana, los derechos humanos y el buen trato de estas personas creadas «a imagen y semejanza del Creador».
El Pastor Feliciano Lacen sostiene que el país bajo ninguna circunstancia puede asumir la deuda acumulada del pueblo haitiano, mientras que esas naciones y organismos que acusan a RD, nunca han hecho nada, por el contrario, se cruzan de brazos frente a la tragedia de nuestros vecinos.
Creemos que, si realmente desean ayudarlos, podrían crear campamentos de refugiados en territorio haitiano, para proteger las personas indefensas, proveerles salud y alimento, creando un cordón humanitario en su mismo territorio, recordando que el problema central está en Puerto Príncipe.
El CODUE, entiende que la situación dominicana y Haití, es un problema complejo en todo el sentido de la palabra, pero entiende que el gobierno de presidente Luis Abinader debe asumir una postura clara y decidida y «poner en su sitio» a los promotores de las campañas de la falacia y el chantaje, e irrespeto para los dominicanos.
Feliciano Lacen Custodio sostuvo que debemos seguir trabajando desde los diferentes espacios de influencia el tema de la dignidad y la identidad nacional como elementos de carácter sagrado e innegociable, y contrarrestar de manera firme las «acciones irreverentes» de grupos económicos fuertes que quieren doblegar a la nación con acusaciones mal intencionadas.