Es así como definen esta demarcación Cañada Cimarrona, una comunidad anclada entre montañas, perteneciente al municipio Las Charcas provincia Azua, con apenas los servicios básicos esta localidad sureña tiene muy pocas fuentes de ingresos económicos; pero sobreabunda el cariño y la bondad de su gente.
Para sobrevivir en esta lejana demarcación sus habitantes en especial las mujeres han tenido que mantener los trabajos ancestrales como la confección artesanal de escobas, árganas, macutos, soga y otros bordados. La señora Felicita Sánchez de 84 años nos cuenta como ha sido su historia en la confesión artesanal.
La arrugada piel de sus manos nos delata el tiempo que lleva procesando el guano.
Hoy Felicita Sánchez deja este oficio a sus hijos y nietos como un legado para continuar con la tradición. Señala que para convertir el guano en hermosas obras de artes conlleva dedicación, empeño y sobre todo paciencia. Gladis Sánchez, es su hija, narra que desde los 10 años acompaña a su madre en esta labor.
Afirman, lo más difícil es el recorrido desde la 6 de la mañana entre matorrales e ir hasta las montañas para conseguir la materia prima. Brunilda Tejeda también cuenta que con el oficio echó adelante a su familia y sus hijas continúan el trabajo.
Sin embargo, a pesar de los grandes esfuerzos y la dedicación de estas mujeres laboriosas, dicen que la falta de ayuda económica diezma la producción hasta el punto que podría desaparecer, por lo que solicitan mayor apoyo del Gobierno central.
Aseguran que, de recibir el apoyo de parte de las autoridades, se podría dinamizar la economía en esta empobrecida comunidad, este oficio no solo lo ejercen las mujeres, sino también los hombres.
Ahora está en manos de las autoridades ir en auxilio de estos pequeños artesanos que cada día sucumben en la pobreza. para que pueden tener mejores oportunidades e ingresos, y así mejorar su condición de vida.
