Los terremotos han provocado derrumbes de edificios en Zagreb, causando el aplastamiento de autos y evacuaciones de los residentes locales. La emblemática catedral de la capital croata, reconstruida después del terremoto de 1880, también sufrió daños, y una de sus dos agujas se derrumbó.
El suministro eléctrico se interrumpió brevemente, mientras sonaban las alarmas y la gente salía corriendo de sus casas. También se registraron varios incendios.
El jefe de servicios de emergencia de Zagreb, Pavle Kalinic, instó a las personas a abandonar sus hogares y ayudar a vecinos mayores.
El sismo se produjo en medio de una cuarentena parcial en la capital para combatir la expansión de un nuevo coronavirus. Se dijo a la gente que evitara los espacios públicos como parques y plazas públicas, pero muchos no tuvieron más remedio que hacerlo al huir de sus apartamentos.
En ese sentido, el ministro del Interior de Croacia, Davor Bozinovic, hizo un llamamiento a través de su cuenta de Twitter a las personas en las calles para mantener la «distancia necesaria» entre ellos mientras el país lucha por contener la propagación del coronavirus.