La frondosa vegetación en la ribera y en medio de sus aguas, la vida silvestre y los diversos mangles, por años han servido de sustento a la fauna y la vida marina. Sus frondosos bosques y el amarillento destello del sol hacen de la Laguna Mallen el lugar idóneo para al recogimiento y a la reflexión con el más alto nivel de compenetración con la naturaleza.
Esta reserva natural, Laguna Mallen, caudalosa fuente acuífero ubicada en la parte sur del municipio cabecera, San Pedro de Macorís, específicamente en el sector Pedro Justo Carrión, cuenta con un espacio de más de ocho kilómetros de área protegida, hogar de una cantidad variada de especies de aves y peces.
Algo que para muchos la hace quizás única es su agua salobre, por su proximidad con la costa sur del Mar Caribe, y dada la porosidad de la roca caliza sobre la cual se sustenta. El contraste de la hojarasca marrón, el verdor de la caoba criolla y el roble convierten la Laguna Mallen como escenario preferido para la fotografía y compartir en familia.
Sin embargo, su riqueza natural y belleza podría extinguirse con el asentamiento humano en la periferia y otros factores. Ante estas problemáticas que amenazan este paraíso natural, el senador de la provincia San Pedro de Macorís, Franklin Peña sometió ante el congreso un proyecto de ley que busca preserva y potencializar el lugar.
Además, los proyectos contemplan una asignación fija para el desarrollo de la laguna y el remozamiento por completo. El legislador asegura del gobierno central hacer esa inversión el lugar podría atraer un gran flujo de turistas y general empleos.
Ahora está en mano de las autoridades competentes de convertir la Laguna Mallen en un gran atractivo turístico, preservar su inmensa belleza o dejar que la mano de desaprensivos extinga su riqueza natural.
