La red de ciberdelincuentes que robó casi 300 millones de pesos a los beneficiarios de programa Quédate en Casa operaba de madrugada y en complicidad con dueños de colmados de varios puntos del país.
La red fue desmontada mediante la Operación Solidaridad, puesta en marcha en San Pedro de Macorís, desde donde el grupo se dedicaba a reclutar comercios con los que realizar los robos.