Mil y una reforma policial

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    Por: Leonel Martínez

    Existen policías muy pobres y también inmensamente ricos. El cuerpo policial parece un siamés, un hermano con rostro desnutrido y el otro regordete, por exceso de comida. Es la misma moneda del orden pero de un lado tiene valor por el dinero y del otro está devaluada, carente de fondo, sobregirada y probablemente con muchas deudas.

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    Si la operación para separar estos hermanos uniformados de gris prospera, uno llegará al cuartel o destacamento cogiendo “bola”, mientras que el otro arribará en su jeepeta. El policía pobre no es amigo de los políticos gobernantes, tiene que rogar por un ascenso. El policía rico es familiar o amigo de los políticos, cada año es subido de rango. El policía pobre arriesga su vida persiguiendo y enfrentando a los delincuentes. El policía rico conoce muchos delincuentes y a veces comparte socialmente con ellos. Cuando se juntan no se distinguen uno del otro.

    Algunos policías que viven en barrios marginados, siempre están confusos, quieren matar a todos los delincuentes del sector, dentro de los cuales están ciertos familiares, pero no comprenden por qué los grandes desfalcadores de “cuello blanco”, no son quienes caen en los intercambios de disparos.

    Para reformar el Cuerpo del Orden hay que volverlo a fundar. No es posible un cambio porque en esencia son dos policías: la formada por los pobres y la conformada por los “afortunados”. Por eso no entiendo cuando escucho la expresión: “Reforma Policial”. La he estado oyendo durante quince años. He leído decenas de proyectos para transformar esa institución. Ahora tendré paciencia como dice el Presidente de la República, porque estoy consciente de que es un capítulo más de la “Mil y una reforma policial”.

    Sin dejarme vencer por el pesimismo, la reforma puede comenzar con varios cheques. El primero, para aumentar el salario de los pobres policías. El segundo, para pensionar y poner en retiro a los policías afortunados. El tercer cheque, para equipar la institución: carros, cámaras, helicópteros, tecnologías de punta,… El cuarto cheque, para pagar un “grupo de expertos” que le presenten un Plan Estratégico a corto y largo plazo al Primer Mandatario. Un verdadero proyecto de reforma policial, que le ponga fin a los policías pobres y a los ricos, y que pueda hacer surgir una institución con el más elevado crédito público. Así crecerá el orgullo por tener la más eficiente entidad protectora del orden público.

    ggnoticias01@gmail.com

    Tel; 809-686-3057-Ext 106

     

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