De acuerdo al ingeniero en drenaje pluvial, Rafael Pérez, hay alcantarillas subterráneas en la referida calle, compuesta por roca sedimentaria la cual tiene un alto componente de arcilla y cuando se moja se diluye, formando un vacío subterráneo.
Conforme a sus declaraciones a principio de la investigación del fenómeno tenían dos hipótesis: la primera estaba cimentada en relación a la pleamar y el grande oleaje que entra a contraflujo y provoca una filtración, pero después descartaron esa idea, y la segunda fue considerar que se produce en la alcantarilla ya que está compuesto por roca sedimentaria que tiene un alto componente de arcilla y cuando que se moja se diluye.
Reveló que la situación será corregida, introduciendo una excavadora para estabilizar el suelo que tiene una altura de unos 6 metros de alto. El geólogo Osiris de León será el encargado de realizar ese estudio geofísico para determinar si hay alguna caverna a ver si esa fue la situación que influyó.
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