Los cerrados aplausos que recibió en la Gala del Baloncesto Superior, que inicia esta noche en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso, recordaron los que recibió allí mismo en innumerables ocasiones como jugador durante 15 años.
Las ovaciones del lunes por la noche en el Auditorio del Salón de la Fama, organismo que le inmortalizó en el 2002, parecieron resumir la aprobación a su carrera como atleta y al ciudadano ejemplar.
De alguna manera, le retroalimentan para tratar de ganar el juego más importante de su vida contra una enfermedad que no juega.
“Mucha gente sabe que estoy en este trayecto tan difícil, tan cuesta arriba, del cual voy a salir también porque no he estado solo”, manifestó Franchy en un memorable discurso que tuvo un público especial.
El ministro de Deportes y presidente del Comité Organizador del TBS, Danilo Díaz, quien le llamó hace varias semanas para informarle que la edición de este año le fue dedicada, así como Luis Mejía Oviedo, presidente del Comité Olímpico Dominicano, Rafael Uribe y Fernando Teruel, titulares de la Federación Dominicana de Baloncesto y Abadina, entre otras personalidades.
Valora el apoyo de muchos compañeros y rivales que tuvo en la cancha, de otros amigos que hizo fuera de ella, de los médicos, de la familia y de Dios.
“La gente me ve ahora pasando un momento difícil, pero yo pasé muchos momentos difíciles en mi carrera”, manifestó. “Tuve rotura de tendón de Aquiles, ocho operaciones de rodilla. Tengo una prótesis de cadera. A mí me dio un infarto”, resaltó Prats sobre obstáculos que superó sin ñoñerías.
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