El mayor humedal tropical del mundo se ha convertido en un infierno

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Este año, aproximadamente una cuarta parte del vasto humedal del Pantanal en Brasil, uno de los lugares con mayor biodiversidad de la tierra, se consumió debido a incendios forestales agravados por el cambio climático. ¿Qué le sucede a un bioma rico y único cuando se destruye tanto?

Los incendios sin precedentes en el humedal han atraído menos atención que las llamas en Australia, el oeste de los Estados Unidos y la Amazonía, su famosa hermana del norte. No obstante, aunque el Pantanal no es conocido en todo el mundo, los turistas que saben de su existencia acuden allí porque alberga concentraciones excepcionalmente altas de una fauna silvestre impresionante: jaguares, tapires, nutrias gigantes en peligro de extinción y guacamayos jacintos de color azul intenso. Como una vasta tina, el humedal se llena de agua durante la temporada de lluvias y se vacía durante los meses secos. Este ritmo tiene un nombre muy apropiado que evoca los latidos del corazón: el pulso de inundación.

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El humedal, que es más grande que Grecia y se extiende sobre partes de Brasil, Paraguay y Bolivia, también ofrece dones invisibles a una amplia franja de Sudamérica al regular el ciclo del agua, del que depende la vida. Sus innumerables pantanos, lagunas y afluentes purifican el agua y ayudan a evitar inundaciones y sequías. También almacenan cantidades incalculables de carbono, lo cual ayuda a estabilizar el clima.

Durante siglos, los ganaderos se han servido del fuego para despejar los campos y las tierras nuevas. Pero este año, la sequía agravada por el cambio climático convirtió los humedales en un polvorín, lo que posibilitó que los incendios se propagaran sin control.

infobae-image El fuego en Mato GrossoEl fuego en Mato Grosso

La extensión de los incendios es impactante”, afirmó Douglas C. Morton, quien dirige el Laboratorio de Ciencias Biosféricas del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA y estudia los incendios y la producción de alimentos en Sudamérica. “Cuando eliminas una cuarta parte de un bioma, creas todo tipo de circunstancias sin precedentes”.

Su análisis mostró que al menos el 22% del Pantanal en Brasil se ha quemado desde enero, y que los peores incendios, en agosto y septiembre, ardieron durante dos meses seguidos.

Los incendios no provocados cumplen una función importante en el Pantanal, además de las quemas realizadas por los ganaderos. Por lo general, el mosaico de agua del paisaje contiene las llamas, pero la sequía de este año acabó con esa barrera natural. Los incendios recientes han sido los peores que ha habido desde que comenzaron los registros con satélites.

2020 es el año más activo de incendios del que se tenga registro en la zona2020 es el año más activo de incendios del que se tenga registro en la zonaUn coatí que sufrió quemaduras recibe tratamiento en una unidad veterinaria de urgencias para la fauna silvestre en Poconé (Maria Magdalena Arrellaga/The New York Times)
Un coatí que sufrió quemaduras recibe tratamiento en una unidad veterinaria de urgencias para la fauna silvestre en Poconé (Maria Magdalena Arrellaga/The New York Times)

También son los peores en la memoria del pueblo guató, un grupo indígena cuyos ancestros han vivido en el Pantanal durante miles de años.

Los líderes de un territorio indígena de esta etnia llamado Baía dos Guató dijeron que los incendios se propagaron desde los ranchos que rodean sus tierras, y las imágenes satelitales confirman que las llamas entraron desde el exterior. Cuando el fuego comenzó a acercarse a la casa de Sandra Guató Silva, lideresa comunitaria y curandera, luchó para salvarla con ayuda de su hijo, su nieto, el capitán de un barco y una manguera.

Contó que, durante muchas horas de desesperación, arrojaron cubetadas de agua de río y rociaron la zona alrededor de la casa y su techo de hojas de palma. Lograron mantenerla a salvo, pero al menos el 85 por ciento del territorio de su comunidad se quemó, según el Instituto Centro de Vida, un grupo sin fines de lucro que monitorea el uso de la tierra en la zona. En todo el Pantanal, casi la mitad de las tierras indígenas se quemaron, según descubrió Agência Pública, una organización de periodismo de investigación.

Ahora Guató Silva lamenta la pérdida de la naturaleza misma. “Me enferma. Los pájaros ya no cantan. Ya no escucho el canto de la chachalaca charata. Hasta el jaguar que alguna vez me asustó está sufriendo. Eso me duele. Sufro de depresión por esto. Ahora hay un silencio vacío. Siento que nuestra libertad nos ha dejado, nos ha sido arrebatada junto con la naturaleza que siempre hemos protegido”, dijo la mujer.

Sandra Guató Silva recolecta plumas cerca a su casa en Baía dos Guató Sandra Guató Silva recolecta plumas cerca a su casa en Baía dos Guató

Los científicos se esfuerzan por determinar cuántos animales han muerto en los incendios. Aunque han perecido grandes mamíferos y aves, muchos lograron huir o volar. Parece que los reptiles, anfibios y pequeños mamíferos han sido los más afectados. En lugares como California, los animales pequeños suelen refugiarse bajo tierra durante los incendios, pero en el Pantanal, según afirman los científicos, los incendios también arden bajo tierra, alimentados por la vegetación seca de los humedales. Uno de los lugares más afectados fue un parque nacional designado como Patrimonio de la Humanidad de las Naciones Unidas.

“No quiero ser alarmista”, manifestó José Sabino, un biólogo de la Universidad Anhanguera-Uniderp de Brasil que estudia el Pantanal, “pero, cuando un incendio arrasa con el 25 por ciento de una región, hay grandes pérdidas”.

La semana pasada, el periódico O Globo informó que los especialistas en extinción de incendios de la principal agencia de protección del medioambiente de Brasil se vieron obstaculizados por procedimientos burocráticos que retrasaron su despliegue cuatro meses.

Un caimán muerto en una zona pantanosa seca que se quemó en los incendios, en el estado de Mato Grosso, Brasil (Maria Magdalena Arrellaga/The New York Times)Un caimán muerto en una zona pantanosa seca que se quemó en los incendios, en el estado de Mato Grosso, Brasil (Maria Magdalena Arrellaga/The New York Times)

Dado el alcance de los incendios, no se sabe a ciencia cierta cuáles serán las consecuencias a largo plazo en el Pantanal. Los pastizales del ecosistema tal vez se recuperen rápidamente, seguidos de sus matorrales y pantanos en los próximos años, afirmó Wolfgang J. Junk, un científico especializado en la región. Pero los bosques tardarán décadas o siglos en reponerse. Leer más 

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