SANTO DOMINGO.-Ante el creciente número de accidentes de tránsito en el país, el Senado de la República citó al director del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), Milton Morrison, para discutir las alarmantes cifras de siniestralidad en las carreteras dominicanas.
Durante su comparecencia ante los legisladores, Morrison presentó datos preocupantes: un 86.7% de las víctimas fatales en accidentes viales son hombres, mientras que el 13.3% restante corresponde a mujeres. Estos datos reflejan la grave situación que enfrenta el país en términos de seguridad vial y encendieron las alertas sobre la necesidad urgente de medidas más efectivas para reducir la mortalidad en las carreteras.
El director del INTRANT también destacó que, a pesar de los esfuerzos por mejorar la educación vial y aumentar la vigilancia en las principales vías, la problemática persiste y requiere una acción más contundente a nivel institucional y social.
En cuanto a la distribución por edades, Morrison destacó que el 38% de los fallecidos en accidentes de tránsito tienen entre 15 y 29 años, lo que representa más de un tercio de la mortalidad por siniestros viales. “Desde los 15 hasta los 35 años, un 50% de las víctimas fatales son jóvenes”, explicó.
Los datos resaltan la prevalencia de los varones como víctimas en estos trágicos sucesos, una tendencia que se refleja en la mayoría de los informes de accidentes a nivel nacional.
EL DESGLOSE POR RANGOS DE EDAD ES EL SIGUIENTE:
De 0 a 14 años: 6%
De 15 a 29 años: 38%
De 30 a 44 años: 24%
De 45 a 59 años: 18%
De 60 años o más: 11%
Estos datos revelan una triste realidad: la juventud dominicana está particularmente expuesta a la fatalidad en las vías, lo que plantea interrogantes sobre los factores de riesgo que afectan a este grupo etario, entre los que se incluyen el exceso de velocidad, la imprudencia al volante y la falta de educación vial.
El tipo de accidentes que más se repiten también ofrece una imagen preocupante. Según las cifras presentadas, el 60.8% de los fallecidos perdió la vida en colisiones entre dos o más vehículos.
En segundo lugar, los atropellos a peatones representan el 6%, mientras que los accidentes de un solo vehículo, sin colisión, y los choques con obstáculos fijos se sitúan en un empate del 5.8%.
Además, un 21.6% de los casos de mortalidad están clasificados como “indeterminados”, lo que sugiere que, en muchos casos, la falta de claridad en la investigación de los accidentes dificulta la determinación de sus causas exactas.
Otro dato alarmante se refiere al tipo de vehículos involucrados en los accidentes. Las motocicletas lideran la lista, con un 65.5% de los fallecidos a bordo de estas, seguidas de los automóviles (13%), los peatones (9.2%), las jeepetas (3.7%) y otros vehículos de carga o transporte público (5.9%).
Este predominio de motocicletas en las muertes viales pone en evidencia la necesidad urgente de mejorar las condiciones de seguridad para los motociclistas, quienes constituyen el grupo más vulnerable en las carreteras dominicanas.
Morrison también destacó que la mitad de los fallecimientos ocurren en las principales autopistas y carreteras del país. Entre las más peligrosas se encuentran la Autopista Duarte, con 338 muertes registradas, seguida de la Carretera Sánchez (228), la Autopista 6 de Noviembre (85), la Autopista Las Américas (42), la Autopista del Nordeste (39) y la Autovía del Coral (38).
Una de las principales causas de estos accidentes en las autopistas, según el INTRANT, son los cruces ilegales y la falta de señalización adecuada, especialmente en la Autopista Duarte, un corredor vial clave que conecta la capital con otras regiones del país.
Este panorama sombrío pone de relieve la urgente necesidad de implementar políticas públicas más efectivas para mejorar la seguridad vial, fortalecer la educación y conciencia ciudadana sobre los peligros del tránsito, y adoptar medidas que garanticen un control más riguroso sobre las infraestructuras viales del país.
Con la creciente preocupación de las autoridades y la sociedad civil, queda claro que la lucha por reducir los accidentes de tránsito en la República Dominicana debe ser una prioridad para todos, con el objetivo de salvar vidas y evitar que la tragedia siga tocando a tantas familias dominicanas.