AZUA.- Después de dos años de la inauguración del embalse de la presa de Monte Grande, ubicada en zona limítrofe de las provincias Barahona y Azua, en el sur del país, aun a 295 familias les adeudan cientos de millones de pesos y las obras complementarias no han sido terminadas.
La gigantesca obra construida a un costo superior a los 336 millones de dólares, beneficiará a los habitantes de la región sur, Bahoruco, Azua, Barahona e Independencia, pero parece ser, que en vez de la población ser beneficiada, es más la «sal que el chivo».
Los munícipes denuncian que la presa de Monte Grande presenta vicios de construcción lo que es un peligro para las comunidades que conforman la meseta, videos muestran la alegada filtración del muro de la presa.
La comunidad de Los Guiros, una de las más afectadas, los munícipes demandan tierras para labrarla, ya que este sería el sustento de los campesinos, además obras complementarias y el nombramiento de médicos y enfermeros en centros hospitalario ante enfermedades que presentan y no pueden salir a tiempo.
La pasada semana el ministro de la Presidencia José Ignacio Paliza, visitó la obra, y allí contacto personalmente a los comunitarios, pero estos a su vez no quedaron contentos con los alegatos del funcionario.
Por otra parte, la comunidad de Hato nuevo que se encuentra en la parte baja del embalse de la presa, presentan inundaciones parcelas, sus propietarios dicen sentirse impotentes ante el atropello de las autoridades, ya que han sido abandonados.
Estas imágenes muestran cómo la comunidad recoge los productos, en una yola. Son muchas las vicisitudes que están pasando, ya que estos viven de la agricultura.
Según el ingeniero Leonardo Mercedes, no se sabe con exactitud la zona de la parte baja del embalse de la presa que sería afectada en caso de un derrame de agua, zonas como Habanero en Barahona hasta Las Baitoas, por el lado de Cachón, Cabral, Salinas, Cristóbal, Mella y La Colonia se verían afectadas.
Según el ingeniero serían efectos semejantes a los de un Tsunami, pues sería una ola generada por una explosión de 365 millones de metros cúbicos de agua, desde una altura de algo más 100 metros sobre el nivel del mar.
Mientras todo esto ocurre todavía faltan varios años para que la presa cumpla con su misión de regulador del agua y pueda disponer del preciado líquido, cuando se construyan los canales de las márgenes del río Yaqué del Sur, para así llevar suficiente agua hasta las tierras de pueblos de provincias como Barahona, Bahoruco, Independencia entre otras.