REDACCIÓN INTERNACIONAL.-Exiliados venezolanos en Miami solicitaron este martes al presidente Donald Trumpposponer por al menos 18 meses la deportación de migrantes de su país, luego de que finalizara el Estatus de Protección Temporal (TPS), que amparaba a unos 600.000 venezolanos en Estados Unidos.
Las organizaciones Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (VEPPEX) y la Asociación Multicultural de Activistas Voz y Expresión (AMAVEX) enviaron una carta abierta al mandatario estadounidense para pedir la emisión de una salida forzosa diferida (Deferred Enforced Departure, DED), que protegería de la deportación a quienes llegaron antes del 6 de octubre de este año.
Las agrupaciones, con sede en Miami, destacaron que la medida —que Trump ya implementó durante su primera presidencia en enero de 2021— «refuerza la política exterior de EE.UU. al mantener la presión diplomática sobre el régimen de Nicolás Maduro sin comprometer su agenda migratoria». Además, señalaron que el DED «salvaguarda vidas, evita retornos forzosos a condiciones de inseguridad extrema y apoya la economía estadounidense, preservando la estabilidad de una fuerza laboral calificada».
El pronunciamiento se produce tras la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, que permitió a la Administración revocar el TPS de los venezolanos. Cerca de la mitad de los beneficiarios tenían permisos vencidos en abril y el resto los tiene programados para noviembre.
Sin condiciones para un regreso seguro a Venezuela
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), principal coalición opositora de Venezuela, también pidió al Gobierno estadounidense revisar su política migratoria en «un tiempo perentorio» tras la decisión del TPS.
VEPPEX y AMAVEX alertaron sobre la grave crisis humanitaria en Venezuela, marcada por represión política, escasez de alimentos y medicinas, hiperinflación y colapso de servicios básicos, lo que ha provocado el desplazamiento de más de siete millones de personas. Subrayaron el impacto en Florida, donde reside casi la mitad de los venezolanos en EE.UU. (unos 770.000), en su mayoría llegados desde 2010, año en que Maduro asumió el poder.
El Gobierno de Trump, señalaron, busca acelerar la deportación de migrantes venezolanos mientras intensifica la presión sobre Maduro. Desde agosto, las fuerzas estadounidenses aseguran haber destruido al menos cinco embarcaciones y abatido a más de 20 personas vinculadas al “narcoterrorismo” procedente de Venezuela.
VEPPEX y AMAVEX concluyeron que «el DED constituye una solución temporal, responsable y compasiva, alineada con los precedentes de su administración y con la tradición humanitaria que distingue a Estados Unidos ante el mundo».
