El último informe de la organización recordó que Sudán, en guerra desde mediados de abril de 2023, ha sido escenario de al menos 423 casos de violación, aunque varias organizaciones locales e internacionales advierten de que la cifra real podría ser muy superior.
La gran mayoría de las víctimas son mujeres y niños y niñas, de acuerdo con el documento.
Para detener esta lacra, la plataforma dijo que ha mandado varias advertencias a todos los movimientos armados de Sudán, así como al Ejército y a las FAR, para «detener estas crecientes violaciones en medio del silencio de la comunidad internacional».
«El aumento de los casos de violación significa un aumento en la intensidad del conflicto y del uso de la violencia sexual contra el pueblo sudanés en zonas de conflicto armado», se apuntó en el informe, que responsabilizó directamente de estos actos a «todo aquél que porte armas y no proteja a los ciudadanos en zonas bajo su control».
Tanto el Ejército sudanés como los paramilitares han sido acusados por numerosas organizaciones internacionales de cometer crímenes de guerra y de lesa humanidad -entre ellos el uso de la violencia sexual y la limpieza étnica-, lo que ha acarreado sanciones por parte de países como Estados Unidos para ambas partes enfrentadas.
A finales de febrero, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, ya advirtió que algunos de estos actos «equivaldrían a crímenes de guerra», al tiempo que pidió una investigación independiente.
El Ejército y las FAR están enfrentados en una guerra desde el 15 de abril de 2023 que se ha saldado al menos con 30,000 muertos, según el Sindicato de Médicos sudanés, y ha provocado el desplazamiento interno y externo de más de 9 millones de personas. EFE